Todavía los gigantes del rock caminaban sobre la tierra cuando en mayo de 1972 apareció en el Reino Unido “Wind of Change”, primer trabajo en solitario de Peter Frampton quien por entonces, con solo veintiún años, ya había asombrado a propios y extraños tras su paso por The Herd y Humble Pie, banda esta última que acababa de abandonar para proseguir su carrera individualmente. Una decisión que, con la perspectiva que da el paso de los años, no deja de antojársenos valiente y arriesgada, a pesar de gozar de la ventaja de conocer que terminaría estando coronada por un éxito sin precedentes, éxito que llegaría a su cénit con “Frampton Comes Alive!”, un álbum cuya estatura histórica no vamos ahora a descubrir a los buenos aficionados al rock que tienen la gentileza de dedicar su valioso tiempo a visitar El Baratillo.
Nos situamos pues en los comienzos de Peter Frampton como artista “en solitario”, hasta cierto punto una forma de hablar si se tiene en cuenta que en “Wind of Change” al multinstrumentista británico se suma la colaboración de artistas de la categoría de Ringo Starr, Klaus Voorman o Billy Preston. Pero lo cierto es que Frampton no se conformó solo con dar un salto hacia adelante al decidir abandonar Humble Pie sino que tomó asimismo la decisión de convertirse en compositor, letrista, productor e intérprete de muchos de los instrumentos en la práctica totalidad de los temas incluidos en su opera prima. El resultado es asombroso. No hay un solo apartado de los mencionados (incluida la producción) en el que “Wind of Change” no destaque de manera superlativa. Huelga decir que el manejo tanto de las guitarras acústicas como de las eléctricas, unido a su magnífica voz, son la guinda en el pastel de un LP que convence por igual en los números de perfil más duro como en los temas mas reposados, que ciertamente son pocos. Es tal la calidad del álbum que no me atrevo siquiera a destacar ninguno de ellos porque todos son realmente excelentes. Por poner quizá alguna objeción, mencionaría el resultado de conjunto del único tema que Frampton versiona, “Jumping Jack Flash” de los Rolling Stones, cuyos arreglos, orientados a transformar la canción en un número de hard rock, se muestran por momentos un tanto forzados. Necesario es mencionar, en el apartado contrario, el fantástico trabajo realizado en “It’s a Plain Shame”, tema que aparecerá más tarde en el legendario “Frampton Comes Alive!” y que aquí puede saborearse en una excelente grabación de estudio.
En suma, un álbum este “Wind of Change” con el que Peter Frampton dio inicio a su carrera como artista en solitario y que puede reclamar con justicia un lugar de privilegio dentro de su discografía.
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