sábado, 11 de enero de 2025

THE EVERLY BROTHERS - TWO YANKS IN ENGLAND (1966)



EMG 9.1.25

Entre las víctimas ilustres del fenómeno conocido como “invasión británica”, desencadenado a raíz de la irrupción de The Beatles en los Estados Unidos a principios de 1964, se cuentan grandes nombres de la música norteamericana de finales de los cincuenta y principios de los sesenta. Ricky Nelson, Brenda Lee, Gene Pitney, Bobby Vee, Paul Anka, Roy Orbison, Neil Sedaka o Connie Francis, fueron algunos de los vocalistas que sufrieron las consecuencias de la locura por el beat experimentada al otro lado del Atlántico. Pero el efecto devastador de la “beatlemania” y de la repentina pasión de los norteamericanos por la música de otros conjuntos epígonos del cuarteto de Liverpool no se detuvo ahí. También se vieron forzados a claudicar un cierto número de grupos vocales e instrumentales, principalmente enmarcados en el movimiento denominado “folk revival” y su prolongación en forma de sonidos más próximos al pop, como The Kingston Trio, The Limeliters, The Four Preps, The Brothers Four, Peter, Paul and Mary y muchos más que no supieron o no pudieron evolucionar satisfactoriamente hacia otros estilos musicales, con el consiguiente batacazo en términos comerciales, circunstancia que llevaría a muchos de ellos a desaparecer. Por el lado de la hasta entonces pujante música surf, el torbellino musical liderado por los Fab Four, vino a dar literalmente la puntilla a bandas que pocos meses antes reinaban en las listas del Billboard, grupos como los todopoderosos The Ventures, los populares Dick Dale and the Deltones, The Surfaris, Jan and Dean o los propios The Beach Boys, estos últimos salvados de la quema en 1966 gracias al genio de su fundador Brian Wilson, quien supo conducirlos por medio del asombroso Pet Sounds hacia una nueva época de éxitos, en la que no sólo superarían con creces lo realizado hasta entonces sino que pasarían a ganarse el derecho de ocupar una plaza de privilegio en el olimpo universal de la música. En el mundo del R&B, la lista de caídos es más corta ya que la mayoría de las discográficas supieron cambiar el rumbo ante un mercado que evolucionaba hacia otros sonidos, con los que el R&B acertó a fusionarse. Aún así, encontramos en su seno nombres ciertamente notables como los de The Drifters, The Miracles, Brook Benton, Major Lance o The Shirelles que se hundieron en las profundidades del Bubbling Under. Pero efectivamente, un gran número de artistas surgidos en esos años estarían llamados a obtener un enorme éxito en las décadas siguientes. Es el caso de Marvin Gaye, (Little) Stevie Wonder, The Supremes, James Brown, Dionne Warwick o The Four Tops. Tan sólo nos queda por saber qué habría deparado el destino a la que fue máxima estrella del R&B de comienzos de los sesenta si las balas de un revólver no hubieran terminado abruptamente con su vida. Nos referimos, claro está, al gran Sam Cooke, intérprete de enorme popularidad durante aquellos años que encontraría la muerte en un motel de Los Ángeles, como consecuencia de un incidente envuelto en extrañas circunstancias que, sesenta años después, aún continúa para muchos careciendo de una explicación satisfactoria.

Resulta imposible saber qué sucedió en realidad aquel 11 de diciembre de 1964, pero de lo que sí tenemos certidumbre es de lo acontecido tras la “invasión británica” con los protagonistas de nuestra reseña de hoy que no son otros sino el asombroso dúo de hermanos The Everly Brothers, quienes hasta poco antes de la llegada de The Beatles a los Estados Unidos constituían una de las principales fuerzas motrices del mercado discográfico más grande del mundo. No es mi intención recorrer ahora la biografía personal y musical de estos magníficos artistas ya que quienes no la conozcan pueden consultarla en muchas y más autorizadas fuentes que la que constituye este modesto servidor de ustedes. Sin embargo, me detendré en dos aspectos relativamente poco tratados y que a mi entender resultan trascendentales en su carrera musical.

El primero de ellos, no es otro que el impulso recibido por los Everly Bros. de la mano del famoso guitarrista, compositor, arreglista y productor de Tennessee, Chet Atkins. En efecto, fue el célebre director de los estudios de la RCA en Nashville -amigo del padre de Don y Phil, músico como Atkins e inspirador de la carrera musical del dúo-  quien les consiguió su primer contrato discográfico con Columbia Records, operación que se saldó con el fracaso de su primer single y la rescisión del acuerdo por parte de la discográfica. Pero pronto Atkins haría gestiones para la firma de un nuevo contrato, esta vez con un sello de menor entidad, Cadence Records, para el que grabarían uno de los hitos de la música moderna, el tema “Bye, Bye Love”, escrito por el matrimonio Bryant y del que se comenta fue rechazado por cerca de treinta artistas hasta que los Everly Bros. lo grabaron en 1957 con el éxito de todos sobradamente conocido, convirtiendo al single en un million seller y en la puerta de entrada hacia un triunfo que estaría jalonado durante años por grandes hits como “Wake up Little Susie”, “All I Have to Do is Dream”, “Cathy’s Clown”, “That’s Old Fashioned” y tantos otros. 

El segundo aspecto que merece la pena destacar es la idea de grabar un álbum en el Reino Unido, país en el que gozaban de enorme popularidad, como salida a la crisis de éxitos que los Everlys venían padeciendo desde la llegada de las bandas británicas al mercado estadounidense. Ciertamente Warner Records, su discográfica desde principios de la década, había visto venir el problema, por lo que instó al dúo a grabar un disco que incluyera temas de corte beat con el objeto de llegar a un público más amplio. Gracias a un encuentro verificado en Nueva York entre Don, Phil y Graham Nash(1) surgiría "Two Yanks in England", un proyecto en el que The Hollies contribuirían con ocho canciones en las que además actuarían como backing band. La elección de The Hollies parecía un hecho natural a la vista de la reconocida influencia que los Everly Bros. ejercieron sobre la banda británica. Dos de los cuatro temas restantes se deben también a artistas británicos, comenzando por el que abre la cara 1 del disco, "Somebody Help me" de Spencer Davis Group y "Pretty Flamingo" de Manfred Mann, temas ambos que habían alcanzado recientemente el número uno de las listas británicas. A ellos se añade "The Collector", compuesto por Tony Curtis, y "Kiss your Man Goodbye", del que son autores los propios Everly Bros. Volviendo al núcleo central del disco, es decir las canciones firmadas por The Hollies, destaca el hecho de que la selección, aunque no esté formada en su integridad por lo más granado de la producción de los de Manchester, ofrece una excelente muestra de la capacidad creativa de la banda en aquellos años, aspecto que queda reforzado por el hecho de que los arreglos dispuestos para las versiones de los Everlys funcionan espléndidamente, centrados lógicamente en destacar su extraordinaria condición vocal pero respetando hasta donde ello es posible el sonido tradicional del dúo norteamericano. Resulta difícil colocar un tema por encima de los demás, sin embargo, puestos a la labor de decidir me inclinaría por el elegante "Hard, Hard Year", seguido de cerca por el dinámico "Have You Ever Loved Somebody", que había sido grabado primero por The Searchers antes de aparecer en el álbum de 1967 "Evolution" de The Hollies. Por cierto, la magnífica banda española Los Ángeles también ofrecería ese mismo año una fantástica versión con el título de "¿Has amado alguna vez?".

En definitiva, el caso de los Everly Bros. resulta revelador ahora que podemos contemplar el fenómeno de la "invasión británica" desde la perspectiva que nos ofrece el conocimiento, todavía fragmentario pero creciente, de lo sucedido en aquellos años en el mercado de la música popular. Habiendo sido una de las bandas que mayor influencia ejercieron en el desarrollo del beat y el pop británico a principios de los sesenta, llegó un momento sin embargo en que la propia espiral de éxito de los grupos británicos les forzó de alguna manera a adaptarse a la nueva situación, incorporando a su repertorio temas provenientes de unos de sus "alumnos" más aventajados. Lo cierto es que la fórmula no llegó a resultar tan bien como probablemente ellos hubieran querido, de modo que, dotados como estaban de un talento extraordinario, The Everly Brothers comenzaron a explorar nuevos caminos en el intento de relanzar su ya para entonces ilustrísima carrera musical, proceso en el que llegarían incluso a constituirse en pioneros de sonidos tan distantes del beat y del pop británicos como los que nos ofrecerán a partir de su álbum de 1968 "Roots", uno de los discos de referencia en el nacimiento del country pop. Eso es parte no obstante de otra historia, un capítulo más del recorrido artístico de los extraordinarios Everly Bros. que -¿quién sabe ?- quizá lleguemos a abordar algún día en este Baratillo.


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