viernes, 8 de diciembre de 2023

DORIS DAY -CUTTIN’ CAPERS (1959)



EMG 08/12/23

Los abonados más antiguos de “El Baratillo”, en particular los que hayan pasado por los vídeos del canal de YouTube, sabrán de mi admiración hacia Mary Ann Kappelhoff, más conocida en el siglo por el nombre artístico de Doris Day. Admiración rayana en la veneración, que no se limita a los fabulosos productos de su exitosa carrera cinematográfica sino que se extiende a su quehacer como cantante, actividades profesionales que la artista de Cincinnati supo combinar de manera afortunada en distintas oportunidades. Desde 1947, fecha en que Columbia lanzó su primer disco (a 78 gloriosas revoluciones por minuto) hasta su última actuación en 1975, decenas de discos jalonaron la vida de esta auténtica dama de las tablas, de la música, del celuloide y de la televisión, cuyo esfuerzo y dedicación a su profesión, fue premiado por la divina providencia con una vida prolongada, ya que Miss Day nos dejó hace relativamente poco, en mayo de 2019, a los noventa y siete años de edad.

Fiel durante toda su carrera a la compañía con la que debutó en macrosurco, Doris Day y Columbia han firmado juntos algunas de las grabaciones señeras de su tiempo, tanto monofónicas como estereofónicas. En efecto, los mejores discos de la artista fueron principalmente los registrados a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, es decir, en un momento en que Columbia realizaba extraordinarios prensajes, como este six eye mono que hace poco tuve la suerte de conseguir. Así, “Cuttin’ Capers” contiene un puñado de fabulosos temas en un mood sentimental que la artista -acompañada por el más que solvente Frank de Vol y su orquesta- por mor y gracia de su amplísimo registro vocal y de su timbre excepcional, cálido o áspero según convenga al pasaje que en cada momento esté abordando, transforma en brillantes piezas pop (en el sentido que entonces recibía este término) llenas de swing y desbordantes de matices jazzísticos, que armonizan a la perfección con el sonido valvular que domina la grabación. Desde el vibrante tema que da título al álbum, hasta la popular “I’m Sitting on Top of the World”, de Ray Henderson, pasando por la extraordinaria versión del picante clásico de los años veinte “Makin’ Whoopee” (que la cantante ya había registrado en 1951 a dúo con Danny Thomas), por el disco desfilan doce temas (ni uno más, ni uno menos, como mandaban los cánones en aquella “edad de oro” de la música grabada) que conforman uno de los mejores discos de larga duración de Doris Day. “Cuttin’ Capers” (que puede ser traducido por “haciendo cabriolas”), es un álbum fenomenal, una copia de cuya versión en estéreo quizá esté esperando en algún lugar desconocido a que alguien la saque de la incuria en que seguramente se encuentra. Esperemos que ese alguien no sea otro que este servidor de ustedes y, mientras tanto, disfrutemos de esta nueva incorporación a nuestra discoteca de un álbum de la gran cantante americana Doris Day.


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